Antes que psicoterapia la gestalt nació como una psicología creada en Alemania, cuyo objeto de estudio eran los procesos relacionados con la percepción, ¿qué relación hay entre este origen teórico y la terapia actual? Aquí tienes una recopilación de algunos conceptos y principios, y ejemplos de como aplican en la práctica terapéutica:
Ley de la buena forma (Gesetz der guten Gestalt): Esta ley sostiene que las personas tienden a percibir objetos y patrones como formas completas y coherentes en lugar de una colección de partes desorganizadas. La mente busca formas simples y ordenadas en la información sensorial.
En terapia, esto implica ayudar al cliente a identificar y organizar patrones y conexiones en sus experiencias y emociones. Por ejemplo, explorar cómo diferentes recuerdos de eventos pasados se agrupan para formar un patrón emocional.
Figura-fondo: La percepción tiende a organizar elementos en una figura (el objeto principal de interés) y un fondo (el área circundante). La distinción entre figura y fondo puede cambiar según la atención del observador.
Ayudar al cliente a diferenciar entre lo que está en primer plano y lo que está en segundo plano en su vida, lo que puede dar lugar a insights sobre sus prioridades y valores. Por ejemplo, explorar cómo el trabajo se ha convertido en la figura principal mientras que el tiempo para sí mismo se ha convertido en el fondo.
Proximidad: Los elementos que están cerca uno del otro tienden a agruparse en una unidad perceptual. La distancia entre los elementos influye en cómo los percibimos como una figura única.
Identificar cómo el cliente agrupa sus emociones o pensamientos en función de la cercanía, y cómo esto influye en sus patrones de respuesta. Por ejemplo, explorar cómo una serie de pequeños desafíos diarios se agrupan para crear una sensación abrumadora.
Semejanza: Elementos similares en términos de forma, tamaño, color u otras características tienden a agruparse juntos en la percepción.
Ayudar al cliente a identificar patrones de similitud en sus relaciones o comportamientos, y explorar cómo estas similitudes pueden afectar sus interacciones. Por ejemplo, explorar cómo los patrones de comunicación en relaciones anteriores se repiten en la relación actual.
Continuación: La mente tiende a percibir líneas y formas continuas más allá de su punto de interrupción, lo que lleva a la percepción de objetos completos incluso cuando están parcialmente ocultos.
Alentar al cliente a completar las partes faltantes de una historia o experiencia, lo que puede revelar aspectos no expresados o no reconocidos. Por ejemplo, pedir al cliente que termine la frase “Siempre he querido…”
Cierre: Los observadores tienden a percibir formas completas aunque falten partes de la información, llenando los vacíos perceptuales para crear figuras coherentes.
Explorar cómo el cliente llena los vacíos en sus propias historias personales, y cómo estas interpretaciones pueden influir en sus creencias y comportamientos actuales. Por ejemplo, investigar cómo la falta de información sobre un evento de la infancia ha llevado a una narrativa interna distorsionada.
Principio de pregnancia: Las percepciones tienden a organizarse de la manera más simple, simétrica y estable posible. La mente busca patrones que sean fácilmente comprensibles y reconocibles.
Ayudar al cliente a simplificar sus problemas o desafíos para verlos de manera más clara. Por ejemplo, reducir un problema complejo en una declaración concisa como “Me siento atrapado entre mis responsabilidades y mi deseo de libertad”.
Transposición perceptual: La mente tiende a percibir similitudes y relaciones entre objetos, incluso cuando se transforman o se presentan desde diferentes ángulos.
Trabajar con el cliente para explorar diferentes perspectivas sobre una situación, lo que puede llevar a insights sobre su interpretación personal. Por ejemplo, ver cómo una situación puede ser percibida de manera diferente por otra persona involucrada.
Invariancia perceptual: A pesar de las variaciones en la presentación de los estímulos, la percepción tiende a mantener la estabilidad y el reconocimiento de las formas y patrones.
Ayudar al cliente a encontrar la estabilidad y el reconocimiento en medio del cambio y la incertidumbre, promoviendo la autoestabilidad en tiempos difíciles. Por ejemplo, destacar cómo ciertos valores o metas personales permanecen constantes a pesar de los cambios en la vida.
Isomorfismo psicofísico: La relación entre las propiedades físicas de los estímulos y la experiencia subjetiva es compleja y no siempre lineal, ya que la percepción es el resultado de procesos mentales activos.
Explorar cómo las emociones y experiencias subjetivas pueden estar influenciadas por factores internos y externos, lo que puede llevar a un mayor entendimiento. Por ejemplo, analizar cómo el estado físico del cliente (como la fatiga) influye en sus reacciones emocionales.
Estos ejemplos ilustran cómo los conceptos y principios de la psicología de la Gestalt pueden ser aplicados de manera práctica en la Terapia Gestalt para ayudar a los clientes a obtener una comprensión más profunda de sus experiencias y promover el crecimiento personal.
Orígenes teóricos de la psicoterapia gestalt
